Un artista está naciendo desde las entrañas de la escuela 2-015 Roque Alfredo Vitolo para chicos especiales. Se trata de Joaquín Cáceres, un niño de 11 años con diagnóstico de autismo y retraso leve, además de un trastorno del lenguaje.

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Oriundo de Guaymallén, Joaquín es el tercero de cinco hermanos, a cargo de su madre, Ana, quien, debido a la situación económica en la que se encuentra, no posee computadora propia, motivo por el cual el pequeño artista se dirigía hasta el ciber todas las tardes para ver las imágenes de sus animaciones preferidas, para luego pasmarlas en un papel al llegar a casa. 

Pero su camino no fue fácil: fue diagnosticado recién a los 7 años en el hospital pediátrico Humberto Notti. Anterior a ello, asistía a una escuela normal y no solamente sufrió bullying por parte de sus compañeros, sino también la incomprensión por parte de algunos docentes. 

"Fue difícil y lindo a la vez. Así como hubo docentes que no estaban preparadas para estar con chicos con capacidades diferentes, hubo muchas que le dieron mucho amor a mi hijo. Pasamos situaciones difíciles en la escuela con dos maestros que no estaban para nada reparados", destacó Ana, la mamá de Joaquín, al rememorar su paso por la institución educativa anterior. 

En conversación con Aurora 91.3, la madre de cinco hijos afirmó que "cuando él empieza a ir a la escuela común, me decían que por su capacidad tenía que ir a una escuela especial, pero era capaz de aprender en una institución común, pero no aprendía. En la última evaluación que se le hace, me vuelven a decir lo mismo, pero les dije que decidía que mi hijo fuera a una escuela especial". 

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En aquel momento, Joaquín le costaba sociabilizar y se mantenía en solitario, pero actualmente "le gusta conversar y tiene un gran acompañamiento de los profesores. en menos de un año en la nueva escuela aprendió a leer". 

De ahí comenzó a desplegar su talento. No solamente comenzó a sociabilizar más, sino que empezó a desplegar sus trazos en papel para comenzar su arte, plasmando sus dibujos animados en ellos: Dragon Ball Z. 

Su fascinación por los dibujos lo llevó a ir todos los días al ciber de su barrio, a falta de una pc en casa, para ver imágenes de sus dibujos predilectos y calcarlos cuando llegaba a su casa, teniendo como referencia solamente su mente. 

"Hace un año atrás empezó esto. el empezó a ir al ciber y llega del colegio, almuerza y va al ciber, de ahí llega y se pone a dibujar las cosas que vio", destaca su madre. 

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Sin embargo, una empresa local decidió donarle una nueva computadora al pequeño artista para que siga desplegando su arte, sumado a otras computadoras para los chicos del colegio que tampoco tienen computadora. 

"Las otras computadoras que donaron estaban destinadas a los chicos que tampoco podían tener computadoras y llamamos a la solidaridad para que ayuden a la escuela de los chicos", dijo. 

En tanto, culminó diciendo que "todo se puede. una discapacidad no impide nada a nadie. somos todos iguales. estoy agradecida con todas las personas que son solidarias y por la oportunidad que le dan a mi hijo". 

Escuchá la entrevista de Un Día Perfecto: